Inteligencia Emocional: Conocernos y nuestras emociones
La inteligencia
emocional es la capacidad para reconocer los sentimientos propios y ajenos y la
habilidad para manejarlos.
Las personas con
habilidades emocionales bien desarrolladas tienen más probabilidades de
sentirse satisfechas y ser eficaces en su vida, y de dominar los hábitos
mentales que favorezcan su propia productividad.
Las características
de la llamada inteligencia emocional son: la capacidad de motivarnos a nosotros
mismos, de perseverar en el empeño a pesar de las posibles frustraciones, de
controlar los impulsos, de diferir las gratificaciones, de regular nuestros
propios estados de ánimo, de evitar que la angustia interfiera con nuestras
facultades racionales y la capacidad de empatizar y confiar en los demás.
Al hablar de las
emociones nos referimos a los mecanismos que nos ayudan a reaccionar con
rapidez ante acontecimientos inesperados que funcionan de manera automática,
son impulsos para actuar. Cada emoción prepara al organismo para una diferente
respuesta: el miedo provoca un aumento del latido cardíaco que hace que llegue
más sangre a los músculos favoreciendo la respuesta de huida.
Es un gran reto, a
la hora de tomar decisiones el saber combinar y hacer uso de las emociones y de
la razón.
Muchas veces se
piensa que las decisiones importantes se tienen que tomar con la cabeza bien
fría, e inclusive tomar el tiempo necesario para analizar bien la elección y no
cometer un error, pero al tomar en cuenta nuestros sentimientos y las
experiencias pasadas pueden ser de gran ayuda para decidir correctamente en el
presente, ya que un buen equilibrio entre ambas pueden ampliar el panorama a la
hora de decidir algo importante en la vida
Las emociones
pueden estar activas en un nivel de inconsciencia y podemos estar buena parte
del día enojados por algo sin darnos cuenta, esto es peligroso porque podemos
estar maltratando a las personas equivocadas y todo lo demás también equivocado
(en referencia con el desafío de Aristóteles). No basta con conocernos y ser
conscientes de nuestras emociones, debemos ser capaces de cortar con esa
emoción y cambiarla por otra que nos convenga más.
A continuación,
encontramos un ejercicio que podemos aplicar a niños y jóvenes que les ayudará
a manejar o exteriorizar sus emociones y a conocerse un poco más.
Manejar la tristeza
v Dibujar lo que siente
v Hablar con sus padres,
abuelos, amigos o compañeros
v Hacer una lista de las
cosas buenas que tiene
|
Manejar la alegría
ü Contagiar su alegría
ü Escribir como se siente
ü Sacarse una foto
divertida
|
Manejar el miedo
ü
Dibujar sus miedos
ü
Aceptar su miedo
ü
Divertirse con su miedo
ü
Intentar que el miedo sea más pequeño
ü
Hablar sobre ello
|
Manejar el enfado
· Saber el motivo real de
su enfado
· Pararse a pensar antes
de actuar
· Hablar con la persona
que le ha molestado
· Respirar tranquilamente
· Descargar su rabia
· Buscar ayuda en los
adultos
|
Referencia:
Asociación Española
contra el Cáncer. Las Emociones,
comprenderlas para vivir mejor. Madrid, España.
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